Casería a la media noche.


Una noche de verano, me quede viendo tele como hasta las 24 (horario promedio en el que me voy a dormir) con la ventana abierta de casa, y una luz prendida.

Es de público conocimiento, que las luces atraen a los bichos, motivo por el cual, y dado a que las ventanas estaban abiertas, un par de bichos de la noche, estaban dentro de mi casa. Pero como estaban en el techo, no había nada que yo pudiera hacer.

Mi gata, Pelusa estaba bastante alterada con los bichos que se habían metido y los miraba como hipnotizada fijamente moviendo su colita.

No se si ustedes saben, pero cuando el gato mueve la cola, no es como el perro que indica que esta contento, sino más bien todo lo contrario…

Queriendo distraerla un poco, decido que ya es hora de irnos a dormir y me la llevo a su cama, que por cierto, es la mía…

Apago la luz, y a dormir….

No pasaron más de dos minutos, y noto que Pelusa, había decidido no dormir conmigo y que se había ido al living.

Tres minutos después, empiezo a escuchar. Plaf puf pum!!!!!!!!!!!!!!!

Salté de la cama y me fui corriendo al living, y me encontré con un alboroto descomunal. El teléfono tirado al suelo, unas velas que tengo en una mesa ratona tirada por el suelo las alfombras corridas, y a mi gata subida en un escritorio mirando al techo, con las pupilas totalmente dilatadas y moviendo la cola a todo lo que daba.

Había una palometa en el techo de casa, que no dejaba dormir en paz a Pelusa. En ese instante me di cuenta, que si no hacia desaparecer a ese bicho, probablemente mi casa quedase destrozada minutos más tarde.

Empecé a tirarle almoadonasos, pero el segundo que tiré casi rompo una lámpara asique pensé alguna otra técnica para atrapar a esa maldita palometa.

Entonces agarre el escobillón, lo revoleé por el techo un par de veces, y finalmente pude pegarle a ese bicho infernal.  Pero con tan mala suerte, que el cadáver calló atrás de una biblioteca que tengo de cajones de verdura.  

Esto no dejó tranquila a Pelusa, ella quería tener el cadáver a la vista. Pese a mi insistencia – Basta Pelusa ya está!!!!, la palometa esta muerta, vamos a dormir!!!!. Ella me miraba como diciendo – Hasta que no me des el cadáver, no me voy nada, para mi esta viva, sin cadáver, no hay homicidio!!!!!.

Tuve que desarmar mi biblioteca buscar, agarrar el pobre bicho y entregárselo a la zángana y mandamás que vive conmino que evidentemente me tiene dominadísima!

Se lo puse a mano y le dije – ¡Bueno ahora cometela!. Apenas la olfateo, me miró como diciéndome ¡¡¡¡ que asesina!!! Y se fue a dormir, a mi cama….

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